
El secreto reside en incrustar unas nanopartículas extremadamente pequeñas en cada lente, que cambiará de color debido a una reacción química con las moléculas de glucosa presentes en las lágrimas. De este modo el portador sabrá cuándo sus niveles de azúcar en sangre son demasiado bajos o altos y podrá actuar en consecuencia.
Pero las aplicaciones de esta tecnología no terminan aquí: se estudia su viabilidad en el embalaje de productos alimenticios con objeto que indique si el producto ha caducado o si ha sido contaminado.
Fuente: Engadget.com
Morpheus.
No hay comentarios:
Publicar un comentario